domingo, 26 de mayo de 2013

Perdida

Hace tanto no escribo que creo haber perdido la capacidad. Hoy me siento tan perdida que no sé que hacer. Y lo único que se me ocurrió fue esto. Siento que en algún momento empecé a seguir al conejo blanco, sin darme cuenta, y llegué a un lugar desconocido para mí. Nuevo. Y estoy perdida, y no sé que hacer. Te diría que estoy perdida sin vos, pero en realidad creo haberme perdido mucho tiempo antes. sólo que no me daba cuenta. Y ahora de repente acá me encuentro. ¿A dónde? No sé. Pero acá estoy. Te mentiría si te dijera que quiero que estés acá conmigo. Pero siento que eso es lo que tengo que sentir. No siento el duelo. Ya no siento nada. No sé si es que en realidad nunca te quise, o nunca importaste lo suficiente -la verdad, no lo sé- como para que en este momento sienta algo parecido al duelo. No sé. Por un lado, me siento mal por no estar sintiendo tristeza. por otro, simplemente quiero empezar una nueva vida. Últimamente, estuve leyendo mucho a Zygmund Bauman. Él plantea a la sociedad actual como una sociedad líquida, como un mundo líquido. Lo cual quiere decir que todo está constantemente en movimiento. Tanto el ser humano, como sus relaciones, están en movimiento. Y todo, en algún momento, termina. ¿Por qué? Por que el ser humano se rodea de quienes y lo que necesita. Y en algún momento deja de necesitarlo, por que cambia. Y eso es lo que siento. Siento que cambié y que hay cosas que ya no necesito. Y no es sólo con vos. Es con muchas cosas. Con todo. Me hubiera gustado hablarlo con vos a esto, y no con él. Pero no me sentía cómoda con vos. Por que ya no te necesitaba y tardé en verlo. Te pido perdón por eso.

jueves, 14 de febrero de 2013

Lee.Sueña.Vuela Cumple años! ♥

Lee.Sueña.Vuela cumple dos años y lo celebra regalando un libro y un collar del sinsajo o uno de las reliquias de la muerte a elección!! :D Es internacional, no dejes de participar:http://tinyurl.com/ah52pp7


sábado, 1 de septiembre de 2012

Vos sos Summer y yo Tom.

Hoy pensé en vos, bastante. No sé por qué, pero cada cosa que leía, veía o lo que sea, me hacia acordar a vos. Pensé en la facilidad que tenés de hacerme reír o llorar, aunque sea con un cuento; en mi barrio, que desde hace tiempo ya no es sólo mi barrio, es tuyo también aunque aún no vivas en él; en la forma en que el humo no molesta tanto cando estás cerca; en como sé que vos entenderías mis chistes, cuando nadie más lo hace; la forma en que me inspirás; en los libros, la música. O en la manera en que te las manejás para invitarme a salir cada vez que hablamos, y en la manera que encentro para hacerme la desentendida.
No sé, quizá esté desvariando un poco. Tengamos en cuenta que son las cuatro de la mañana y acabo de llegar. Y si, lo primero que hice al llegar fue sentarme a escribir.
Quiero decirte que sí, aunque sea una última vez. Quiero decirte que sí y no pensar en las consecuencias, en lo que podría pasar mal. Quiero confiar en mí pero la última vez que lo hice no termino bien, es más, empeoré las cosas. No quiero que cuando "termine" vuelva a hacer la misma estupidez de salir con el primero que se me cruza a intentar sacarte de mi cabeza (no sirve, me parece).
Quiero decirte que sí y volver a sentirme de la misma forma en que me sentí esa primera vez.
Lo triste es que no creo que pase (por más que lo quiera). Lo irónico es que luche tanto conmigo para que no pase (y en este momento daría todo para no repetir esa lucha).

jueves, 7 de junio de 2012

1234567890

Vos no sabías lo que era el amor, nunca lo supiste.
Para vos todo era hacer lo que vos decías, decir lo que vos querías y sentir lo que vos elegías.
Y nunca me dejaste la opción de decidir si eso era que lo yo también quería.
Tanto, que terminé creyendo en tus mentiras. Y las adopté como propias.

Pero ya no quiero mentir(me).


Creo, finalmente, haber encontrado la respuesta que estaba buscando. (Aunque todavía no llegue).
Asi que, mientras tanto, simplemente voy a esperar. Y ser feliz.

jueves, 26 de abril de 2012

Pretendiendo.


Justo cuando pensé que ya no me gustabas más. Justo cuando pensé que ya no estabas más en mi cabeza. Justo cuando me había acostumbrado a tenerte al lado mio y ser ignorado(a). Justo cuando pensé que, como tantas otras veces, sólo ibas a pasar por al lado mío sin saludarme.

Yo te ví, en el momento en que entraste al lugar. Una fuerza inconsciente me hizo darme vuelta en el preciso segundo en que bajabas las escaleras. Estábamos, como en esa inolvidable primera vez que te ví, en un recital. Como tantos otros, pero para mí no fue igual. Yo estaba, como siempre, rodeado(a) de amigos. Estábamos esperando que empiece a tocar la banda siguiente. Cuando vos llegaste, nosotros estábamos parados al lado de la feria de discos charlando, riendo. Yo te ví (aunque no quería hacerlo) mientras caminabas hacia donde estábamos nosotros. Y te acercabas más y más. En mi cabeza todo se veía como en cámara lenta. Así hasta que llegaste a donde yo estaba parado(a). Te paraste, me miraste y me dijiste: “Hola, todo bien?” y me saludaste con un beso en la mejilla. Odio como después de años de ignorarme, de hacer como si yo no existiera, como si lo que vivimos (que, si bien fue poco, se sintió mucho) no hubiera existido, como si ninguna de esas charlas (que nunca tuve la voluntad de borrar) hubieran existido; venís, te parás en frente mío y me saludás. Como si nada. Como si nos hubieramos saludado de la misma forma ayer, siempre. Como si estos años no hubieran pasado nunca. Como si fuera un sueño, una pesadilla mía, que ya terminó. Y yo te saludé, también, como si nada de eso hubiera pasado. “Todo bien, vos?”. Así, tan casual. Como te encanta pretender. Me dí cuenta que a mí también. Pretendamos que nunca me ignoraste. O mejor, pretendamos que nunca me gustaste. Que no me gustás más. Que si me decís “Hola” yo te voy a ignorar. Pretendamos.

Año nuevo


“Cuando Bouvard y Péuchet se encuentran, no dejan de hacer el recuento, con admiración, de sus gustos comunes: es, uno conjetura, una verdadera escena de amor. El Encuentro hace pasar sobre el sujeto amoroso (ya raptado) la estupefacción de un azar sobrenatural: el amor pertenece al orden (dionisiaco) del Golpe de dados”

Ese día, me había propuesto empezar de nuevo. No mirar más al pasado y empezar nuevamente mi historia, sin melodrama.

Y media hora más tarde, me hablaste por primera vez. Me tomaste tan de sorpresa que ni tiempo tuve de levantar mis defenzas. Llegaste y ¡Páf! así de fácil diste vuelta todo mi mundo.

Creo que lo que me conquistó en un principio fue tu forma de expresarte. Tanta soltura, tanta propiedad al hablar, al escribir; tu caballerosidad, como la que se describe en los cuentos de antes(algo muy difícil de encontrar hoy día). Aunque quizá a simple vista no lo demuestre, soy un(a) romántico(a), me enamoro muy fácilmente (lo cual no quiere decir que me en-amor-e fácilmente también). Y, al fin y al cabo, siempre soñé con un caballero de antaño, un héroe de fantasía.

Si bien desde el vamos no me cuesta enamorarme, vos me lo hiciste más fácil. Las lecturas, la música, los hobbies. Tantas cosas en común. Tus palabras. La forma en que me hablás. Las cosas que escribís. Todo eso me llegó de una forma que nunca me había llegado. JÁ! Tan fácil me creí todo que, en algún momento, llegué a pensar que éramos almas gemelas.

Cada vez que vuelvo a pensar todo lo que pasó, simplemente no lo entiendo. ¿Qué nos pasó? (¿Nos?). Nosé. Quizá nunca lo sepa. La verdad es que trato de no pensar más en ello. Que mi mente quite toda importancia que tenés en ella. Creo que de a poco lo voy logrando. Todavía no del todo, por supuesto. Pero de a poco. Por lo menos, ya me acostumbré a tus promesas rotas. Ya no me afectan (o al menos eso quiero creer, por favor, dejame creerlo).

Y, a pesar de que, eventualmente, llegue ese día en el que ya no me afectes por completo, siempre voy a ver en vos a mi héroe preferido.

Преступление и наказание


-¿Qué?
- Pues que él no ama a nadie, y es posible que nunca llegue a amar.-falló Razúmijin.
-¿Eso quiere decir que es incapaz de amar?